Comer con palillos es una parte esencial de la experiencia gastronómica japonesa. Pueden parecer fáciles de usar —cientos de millones de personas los usan a diario—, pero cuando te enfrentas a ellos por primera vez te das cuenta de que no es tan sencillo.
No queremos que, por culpa de la desesperación, caigas en la tentación de coger un tenedor y se rompa parte de la magia de la comida japonesa, así que vamos a explicarte los pasos que hay que seguir para que comer con palillos sea un reto y no un problema.
Si tienes palillos a mano, hazte con ellos. De lo contrario, también puedes coger dos bolígrafos o lápices y seguir estos pasos. Con un poco de práctica, aprenderás a utilizarlos con total naturalidad. Atento:
- Sostén el primer palillo entre el pulgar y el dedo corazón. Requiere un agarre firme a modo de ancla. Para ello, deja que la parte más gruesa del palillo descanse en la base del dedo pulgar y el extremo más fino lo haga sobre tu dedo corazón. Este palillo debe quedar “inmóvil”.
- Coge el segundo palillo con las yemas del dedo índice y pulgar, como si cogieras un lapicero. Asegúrate de que quede en paralelo con el primer palillo. Así evitarás que las puntas se crucen cuando los manejes.
- Para impedir que cada palillo cobre vida propia, practica abriendo y cerrando los palillos. El primer palillo debe permanecer inmóvil y es únicamente el segundo palillo el que debe moverse. Si lo consigues, ya estarás en el último paso.
- ¡A comer! Hasta que aprendas a utilizarlos como un japonés, es aconsejable que practiques con piezas pequeñas y compactas, como el sushi o las carnes frías. Cuando consigas utilizarlos con fideos, serás un experto.
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